Con variadas presentaciones y exposiciones, que incluyeron poesías, pinturas, cantos y stand temáticos, la revista de tirada mensual celebró sus 22 años en el Centro Cultural Mercedes Sosa, en el barrio porteño de San Telmo.
Este domingo, la revista Hecho en Buenos Aires (HBA) festejó sus 22 años en el Centro Cultural Mercedes Sosa, ubicado en San Telmo.
Para celebrar los 22 años de publicaciones, se realizaron presentaciones y exposiciones que incluyeron poesías, pinturas, cantos y stand temáticos sobre reciclaje urbano, estampados y uso del cannabis medicinal.
La revista Hecho en Buenos Aires surgió en 2000, cuando Patricia Merkin trajo la propuesta de la «International New Street Paper», la red mundial de revistas de la calle, y fundó y editó la revista, hasta su fallecimiento hace dos años.
en la actualidad, HBA está a cargo de Ángeles Mezzeras, licenciada en trabajo social y coordinadora general de Hecho en Buenos Aires, que explicó los comienzos de HBA: «Patricia había conocido The Big Issue, una revista del Reino Unido, a través de un amigo y dijo: ´esto es ideal´, porque utilizan la revista como un puente en donde se transmite determinado contenido que a su vez es transformador positivamente para la sociedad y además genera una excusa de puente para socializar vendedor con lector», y agregó que «en los últimos dos años , junto con Américo Gadpen, tomamos la coordinación general y la dirección luego de la partida física de Patricia que era nuestra directora y fundadora del proyecto».
La revista sale mensualmente a $250. En tanto, según consigna el portal Villa del Parque Hoy, los vendedores la compran a 75 pesos quedándoles una ganancia de 175 pesos por ejemplar vendido que es un 70 por ciento del precio total al público.
En un contexto social de recesión y falta de trabajo, la publicación se creó para generar una oportunidad de inclusión social, cultural y laboral «para personas en situación de calle, que tengan dificultades para conseguir un trabajo formal o que deseen tener alguna actividad cultural o social en los diversos talleres de arte que también ofrecemos desde este proyecto», agregó Mezzeras
Uno de sus vendedores es Ruben Emilio Almada, de 53 años, y contó que conoce «la revista desde antes de que empezara a venderla. Estaba en situación de calle y mendigaba y un día de 2001 se me acerca un muchacho de la revista en calle Corrientes y Callao». Y agregó: «En el 2005 una maestra de la escuela para adultos donde yo iba, me dice ¿por qué no te anotas en la revista para vender? y fui a la vieja sede del Pasaje San Lorenzo, me anoté y al día siguiente empecé a vender la revista».
Y agregó: «Soy de Gregorio de Laferrere y tengo alguna clientela ahí; vendo en la estación de trenes y también en Plaza Primera Junta, de Capital. Si bien tengo una pensión, soy discapacitado y tuve operaciones de cataratas congénitas, la venta de la revista me ayuda a tener algo más para vivir».