En el seno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un grupo de individuos que alguna vez padeció la dura realidad de la calle comparte sus relatos de superación, demostrando que la voluntad y el apoyo adecuado pueden abrir puertas hacia un futuro más promisorio.
En los confines del Centro de Inclusión Social Félix Lora, Carlos, un hombre de 54 años, halló una oportunidad para reconstruir su vida. La pandemia lo dejó sin hogar, una experiencia compartida con muchos en su misma situación. Sin embargo, a través del respaldo profesional y su propia determinación, Carlos no solo logró recuperar su autonomía, sino que también emprendió un innovador proyecto de servicio de fumigación domiciliaria. Contra viento y marea, Carlos se enfrenta a los desafíos económicos, apuntando a la realización de un anhelo: obtener su propia vivienda.
Carlos elogia su estadía en el Félix Lora, resaltando la importancia de la contención y el apoyo brindado. Según sus propias palabras, “A mí me brindaron todas las herramientas para salir adelante. Me ayudaron a armar un curriculum, a acceder a un curso de formación, a tener una oportunidad laboral, en el área de Espacios Verdes de la Ciudad. Esa posibilidad era lo que yo necesitaba porque, a esta edad, no es fácil reinsertarse”.
Asesorado por el equipo de acompañamiento del centro, Carlos se aventuró en un concurso de emprendimientos productivos impulsado por el gobierno porteño. Su proyecto de fumigación resultó seleccionado, y con apoyo técnico y financiero, trabaja por consolidar su independencia económica.
Cómo funcionan los Centros de Inclusión Social
En un reciente censo de población en situación de calle, el Gobierno de la Ciudad identificó a 1243 personas sin techo y a 2268 que encontraron refugio en los Centros de Inclusión Social (CIS). Estos centros no solo proveen alojamiento, alimentación e higiene, sino que también se han transformado en un punto de partida para la reintegración social.
María Migliore, Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, afirmó: “Queremos asistir y acompañar a esas personas para que, a través del trabajo, puedan rearmar un proyecto de vida”. La Secretaría de Inclusión Social y Atención Inmediata coordina una red de dispositivos que abarca 45 alojamientos, adaptados a diferentes poblaciones, desde familias hasta hombres adultos solos.
Reconstruyendo proyectos de vida
Osiris, un individuo de 34 años que emergió del Félix Lora, destaca el impacto positivo que tuvo el centro en su vida. Tras quedar sin hogar a fines de 2022, el programa Buenos Aires Presente lo guió hacia el CIS. Allí, Osiris recuperó su anímico y descubrió una nueva vocación. Ahora trabaja en una empresa de limpieza y sueña con estudiar trabajo social.
Rosario Angelillo, Directora de Desarrollo e Inclusión Social, señaló que el programa “Redes por la Inclusión” busca empoderar a las personas en situación de emergencia habitacional. A través de acompañamiento profesional y cursos de capacitación, se fomenta un cambio de paradigma hacia la inclusión integral.
Marcelo, otro beneficiario de los centros, compartió su viaje hacia la autonomía. Quedó sin empleo y vivienda durante la pandemia, pero con el apoyo adecuado, se matriculó en cursos de capacitación y finalmente logró alquilar su propio hogar.
En definitiva, estas historias de reinserción social en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires demuestran que, a pesar de los obstáculos económicos y sociales, el esfuerzo conjunto de los individuos y el gobierno puede transformar vidas y brindar oportunidades para un futuro mejor.