La Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha sido testigo de una experiencia en marcha que brinda una sólida esperanza para reflexionar en el Día del Trabajador, que se conmemora a nivel global el próximo domingo, 1 de mayo. Esta historia de transformación y promesa está enmarcada en el antiguo asentamiento conocido como Villa 31, que hoy se conoce como Barrio Mugica, en honor al Padre Carlos Mugica Echagüe, quien desempeñó una destacada acción pastoral y social en esa comunidad. Trágicamente, el Padre Mugica fue asesinado el 11 de mayo de 1974.
Tras años de abandono, en 2015, el gobierno porteño inició la intervención en el área del Barrio Mugica y se enfrentó a una serie de desafíos. Entre las problemáticas más acuciantes se encontraban el 68% de los adultos que no habían completado la educación secundaria, la ausencia de una escuela pública en la zona, una inseguridad laboral del 76% y más de 900 comercios informales.
Esta realidad se sumaba a diversas problemáticas urbanas y sociales, como la necesidad de recorrer varios kilómetros para acceder al transporte público y la discriminación que sufrían muchos residentes al buscar empleo debido a su condición de vivir en un conglomerado popular.
Una vez establecido el diagnóstico, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se puso manos a la obra y, a finales de 2015, inició el Proyecto de Integración y Urbanización del Barrio Mugica. Esta iniciativa busca establecer una estructura sostenible a largo plazo. Para lograrlo, se implementaron estrategias políticas que integran económicamente al barrio con el resto de la Ciudad de Buenos Aires.
A partir de entonces, se puso en marcha un Plan Integral que abordó las problemáticas urbanas y sociales, al mismo tiempo que potenciaba las fortalezas económicas de los habitantes del barrio. Estas políticas siguen vigentes y en constante expansión, ya que no hay duda de que no existe mejor política social que la creación de empleo.
Uno de los primeros desafíos fue la reorganización y puesta a punto de la Feria del Barrio. Más de 300 feriantes recibieron el permiso de habilitación, un puesto formal y la correspondiente inscripción al monotributo. Estas medidas permitieron regularizar la situación laboral de los emprendedores y comerciantes del barrio.
A principios de 2017, se inauguró el Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral (CeDEL). Este centro ofrece desde oportunidades laborales hasta capacitaciones, cursos y talleres en una amplia gama de áreas, como coaching, marketing, simulacros de entrevistas, corrección de currículums y diversos oficios.
Gracias a esta dinámica pensada y diseñada específicamente para el Barrio Mugica, hoy en día, uno de cada tres vecinos ha pasado por el CeDEL. Además, más de 1.500 emprendedores reciben asesoramiento y más de 1.400 personas han obtenido su primer empleo formal.
En paralelo, aproximadamente 250 empresas apoyan este Plan de Integración y Urbanización. Su apoyo se manifiesta de diferentes formas, como establecerse en el barrio, ofrecer capacitación a emprendedores y comerciantes, formar parte de la bolsa de empleo del CeDEL, contratar servicios o proporcionar empleo formal a los trabajadores del Barrio Mugica.