En una emotiva bienvenida, los tripulantes de la Fragata Libertad fueron recibidos por sus familiares en el puerto de Buenos Aires tras más de cinco meses de expedición por el continente americano. Este sábado, cientos de personas expresaron su alegría y gratitud con pancartas que decían “son un orgullo” y “bienvenidos a casa”. La embarcación culminó su 51 viaje de instrucción por el mundo, durante el cual recorrió más de 19.737 millas náuticas en un período de cinco meses.
El comandante de la Fragata Libertad, capitán de navío Gonzalo Horacio Nieto, destacó que el principal objetivo de formar a los guardiamarinas “se cumplió con creces” durante la travesía. “Estamos muy contentos de regresar, fueron 5 meses intensos, el objetivo es formar a los guardiamarinas para que se conviertan en oficiales y ese objetivo se cumplió con creces”, afirmó Nieto. Durante el viaje, el buque estuvo en diversos puertos de América, representando a Argentina de manera destacada.
El viaje de la Fragata Libertad incluyó escalas en Salvador de Bahía (Brasil), Puerto España (Trinidad y Tobago), Baltimore (Estados Unidos), Cartagena (Colombia), Veracruz (México), Limón (Costa Rica), Balboa (Panamá), Guayaquil (Ecuador), Callao (Perú), Valparaíso (Chile), Ushuaia, Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn, hasta su arribo al Apostadero Naval de Buenos Aires.
La bienvenida fue un momento especialmente emocionante para los tripulantes que se habían ausentado de sus seres queridos durante meses. El cabo segundo Maximiliano Miranda, oriundo de Salta, pudo finalmente conocer a su hija Greta, quien nació mientras él se encontraba en la travesía. Miranda compartió sus sentimientos: “Me fui cuando mi mujer tenía tres meses de embarazo y se le empezaba a notar la panza. Traté de llevar la distancia lo más tranquila posible. Los días que no teníamos tanta comunicación eran los más difíciles.”
Sergio Ríos, de Mar del Plata, recibió a su hijo Cristian, cabo segundo de la embarcación, junto a su nieto Valentino. Durante la ausencia de Cristian, su familia le mostró fotos de su hijo para que no se sintiera lejos.
El viaje de la Fragata Libertad, que inició el 27 de mayo y duró cinco meses, fue una experiencia enriquecedora para los tripulantes. La fragata recorrió 19.737 millas náuticas en un total de 145 días, de los cuales navegó durante 99 días y permaneció 46 días en puertos extranjeros y cuatro en puertos nacionales. A pesar de las adversidades climáticas, los tripulantes destacaron que el viaje les permitió poner en práctica lo que aprendieron en la escuela naval y les brindó la oportunidad de representar a Argentina de manera ejemplar en el ámbito internacional.
La Fragata Libertad, con sus 104 metros de eslora, 3635 toneladas de desplazamiento a carga completa y una altura máxima en su palo mayor de 50 metros, es un símbolo de Argentina en el mundo. El Poder Ejecutivo Nacional la nombró nave embajadora de la República Argentina mediante Decreto Nº 727 del 30 de mayo del 2001.
El comandante Nieto expresó su satisfacción por la recepción de la comunidad en cada puerto que visitaron durante el viaje: “Este tipo de buques son muy seductores, al verlos llegar atrae a la gente de manera natural. Nos encanta mostrar lo que se hace a bordo, nuestra idea cuando llegamos a un puerto es mostrarle a la gente cómo es por dentro y cómo trabajamos, hay un gran ida y vuelta con la comunidad.” La Fragata Libertad representa un valioso activo de la Armada Argentina y una embajadora de la nación en el mundo.