El artista canadiense ofreció un espectáculo impecable en el Estadio River Plate, como parte de su gira “After Hours Til Dawn”, marcando un regreso triunfal a Argentina. En el primero de dos conciertos en suelo argentino, The Weeknd deslumbró al público con su destacado talento interpretativo y performático, en un escenario que fusionó la parafernalia internacional con una propuesta conceptual.
Seis años después de su paso por el Lollapalooza Argentina 2017, que dejó un sabor agridulce, el canadiense demostró un crecimiento artístico impresionante. Su gira “After Hours Til Dawn” representa una despedida bajo el nombre “The Weeknd” antes de embarcarse en una nueva etapa con su nombre real, Abel Tesfaye. Este concierto buscaba dejar una huella imborrable en los corazones de los fanáticos argentinos.
Inspirado en la estética del icónico filme expresionista alemán “Metrópolis” de Fritz Lang, el escenario se convirtió en una ciudad retrofuturista. Una pasarela conducía al centro del campo de juego, donde se alzaba una gigantesca figura humanoid, y una enorme esfera representaba la luna. La iluminación impactante se proyectaba desde el escenario, la figura humana y la luna, reflejándose en las pulseras de los asistentes. Las llamaradas de fuego completaban el impresionante despliegue.
The Weeknd se presentó como un cyborg, ataviado con un enterito de camuflaje militar y un casco lumínico. Bailarinas vestidas en colores pastel lo escoltaban en este futuro distópico. Tres músicos, un baterista, un tecladista y un guitarrista, ocupaban la ciudad del escenario y contribuyeron a la música en vivo.
La mitad del concierto se desarrolló dentro de esta propuesta conceptual. The Weeknd asumió el papel de líder de una resistencia en una ciudad apocalíptica, mientras las bailarinas se movían con expresiones corporales artísticas en lugar de acrobacias. El repertorio incluyó una amplia gama de estilos, desde hip-hop hasta pop, con canciones como “Starboy”, “Party Monster”, “Pray For Me” y “Crew Love”. Momentos clave en la narración escénica incluyeron “Hurricane” y “The Hills”, cuando la ciudad ficticia se incendió.
Hacia la mitad del concierto, The Weeknd se quitó el casco, revelando su rostro por primera vez, y el espectáculo cambió hacia un enfoque más tradicional. Exploró el pop desde una base sólida de R&B, música disco y elementos soul, mostrando su impresionante rango vocal. La banda, que había estado en segundo plano, se destacó con tratamientos sonoros excepcionales.
El público se entregó aún más en la segunda mitad del concierto con éxitos como “Out of Time” y “I Feel It Coming”, acompañados de largos aplausos. The Weeknd, descendiendo hacia los vallados, compartió un momento especial con los fanáticos y expresó su cariño por Argentina antes de interpretar “Die for You”.
La atmósfera se volvió más bailable con “This Morning”, “Save Your Tears”, “Less Than Zero” y, por supuesto, “Blinding Lights” y “Tears in the Rain”. Para el cierre, el canadiense se ubicó en la cima de una estructura en el escenario y comandó el último baile con “Creepin´”, “Popular”, “In Your Eyes” y “Moth to a Flame”.
The Weeknd repitió su actuación en River el jueves por la noche con otra actuación brillante, marcando su despedida de Argentina y su nombre artístico actual. Con este espectáculo, deja una huella imborrable y un legado sólido para Abel Tesfaye.